[ Vacío ]
Madrid de noche es resbaladizo.
Se desliza a lo largo de mis dedos como la grasa viscosa de las hamburguesas.
O como el agua turbia de las lágrimas sobre el asfalto.
Es como un tacón roto que chirría a cada paso.
No me disgusta ese sonido.
Las luces me acarician el pelo.
Y tus dedos recorren mis hombros.
Como serpientes en el Edén.
La Muerte... mi morada eterna...
lunes, noviembre 03, 2003
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