Siento la muerte a cada paso, el susurro es infierno mientras la calma es sólo física, el cuerpo inerte ante el paisaje y lo consciente en sus posibles movimientos se hacen parodia. Vacíos... ante el reflejo del instante hecho recuerdo. Como si estar viva no cambiara nada. Cada emoción resulta triste, la melancolía... Nada tiene valor e intentar lo contrario se torna pura tragedia. No conozco nada más. Voy detrás de un suspiro y resulta la vida. No hay buen camino. La levedad son paredes que yo misma he de ampliar, ni la puerta de salida ni mi estancia en este cuarto tienen nada que decir. Vomito teatro mientras paseo por mi lucha, totalmente desinteresada y superflua. Nació mi consciencia, ahora avanza y da vértigo puesto que los pensamientos no toman otra dirección. Ya van las reflexiones hacia nada y que fuertes se enlazan ¡...no entienden de retrocesos!, ni quedarse en este punto, aunque infinito resulte, estar ahí es inquietante. Siendo punzante, callado, estricto. Mi dolor evoluciona.
...La náusea es peor que estar muerta. Es un dolor que agarra por dentro. Te viola. Lloras. Gritas. Suplicas. Pides más.
1 comentario:
ey...ese es el título de la canción "Je T´aime...moi non plus", que se traduce como
"-te amo
-yo tampoco"
como mola!!
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