martes, mayo 13, 2003

[ Jenna ]

Así que has decidido mirarte al espejo. Y perderte en él.

Egocéntrico. Narcisista. Acabarás ahogándote.

Yo sé lo que piensas, sé lo que sientes, sé lo que quieres, sé lo que necesitas, sé lo que estás buscando.

No te buscas a ti. Buscas a tu madre. O a tu padre. O a ambos. Buscas a Dios en las personas. Buscas al Dios Padre, a la Diosa Madre, al Dios Hijo. Crees que, teniéndolos a todos, seréis una familia feliz. Y lo seréis, en efecto.

Pero yo jamás permitiré que tú seas feliz. Me perteneces. Eres mío. No dejaré que te vayas. Te aprisionaré contra mí y no podrás huir.

Así que puedes seguir con tu fantasía de amor, hasta que se acabe. Tenemos toda la Eternidad, tú y yo. Tarde o temprano serás mío.

De todas formas, puede que yo misma no tenga que hacer nada. Existe una posibilidad de que tú mismo acabes con todo y me dejes el camino libre. En tus manos está.

Tú eliges: reinar en el Infierno o servir en el Cielo.

"La Muerte... mi morada eterna..."

No hay comentarios: