[ Deixis in Phantasma ]
Ayúdame.
He llegado demasiado lejos.
Mi búsqueda aún está incompleta, pero...
...ya no puedo volver atrás. Demasiado lejos. Demasiado.
Mi cuerpo se desvanece. Como si todo mi ser fuera luz. Me da miedo desaparecer.
He dejado de fluir. Los sueños ya no me visitan. Y la oscuridad yace a mis pies.
Siento cómo sube por mis piernas. Lentamente. Acaricia mis muslos. Me estremezco de placer.
Ojalá pudiera impedirlo. Es doloroso. Tiemblo de puro terror. Estoy siendo violada por la Muerte.
Sus fríos dedos acarician mi sexo. Me ha quitado la ropa. Cada caricia es una astilla de dolor.
Sin embargo no logro retirarme.
Qué hermosa forma de morir.
Siento el letal orgasmo dentro de mí. Burbujea en mi interior. Lucha por salir. No puedo gritar.
El eterno silencio. El vacío absoluto. Tan sólo mi respiración jadeante.
Estoy siendo masturbada por la Muerte. Mis fluidos comienzan a resbalar con pereza.
Náuseas. Aprieto sus manos con fuerza. Guío sus helados dedos. Cada vez más rápido.
Cada vez más rápido. Hasta que llega. Cada vez más rápido. Dolor. Cada vez más rápido.
Sus garras se clavan dentro de mi piel. La sangre mancha mis piernas. Me desgarra el útero.
Cada vez más rápido. Mi cabeza va a estallar. Cada vez más rápido. Algo viscoso me penetra.
Siento cómo se hincha dentro de mí. La piel de mi abdomen se rasga. Vomito sangre.
Cada vez más rápido. Cada vez más rápido. Cada vez más rápido.
Me está volviendo loca.
La Muerte... mi morada eterna...
viernes, noviembre 28, 2003
lunes, noviembre 24, 2003
lunes, noviembre 17, 2003
viernes, noviembre 14, 2003
[ Ex ]
Has preferido la Muerte a la Vida.
Te alabo por ello.
Pero no puedo perdonarte.
Lo he intentado, pero las palabras han resbalado de mis labios a mi sexo.
Y me he masturbado con la culpa y la redención hasta caer exhausta.
Mi boca seca, mis dedos agotados, mi alma derrotada.
Si tan sólo me hubieras dejado una moneda de plata para sobornar al barquero...
La Muerte... mi morada eterna...
Has preferido la Muerte a la Vida.
Te alabo por ello.
Pero no puedo perdonarte.
Lo he intentado, pero las palabras han resbalado de mis labios a mi sexo.
Y me he masturbado con la culpa y la redención hasta caer exhausta.
Mi boca seca, mis dedos agotados, mi alma derrotada.
Si tan sólo me hubieras dejado una moneda de plata para sobornar al barquero...
La Muerte... mi morada eterna...
viernes, noviembre 07, 2003
[ Miedo al miedo ]
Hoy por la noche voy a ir al Phobia de nuevo, después de meses.
No creo que aguante un día más encerrada en esta tumba.
Me pregunto si me habrán echado de menos.
Aunque lo cierto es que me da igual.
...
Ya ni siquiera tengo ganas de pasear.
Gamma está de viaje.
Te necesito.
Vuelve.
...
Cada día que pasa me hundo más.
Me estoy deshaciendo.
Desapareciendo.
Es como si...
...
Como si algo me matara desde dentro.
Me devorara las entrañas.
Sin compasión.
Ayúdame.
...
Aún no estoy preparada para... morir...
...
No tomes esa pastilla, por favor.
Te necesito.
Te quiero.
Te amo.
...
La Muerte... mi morada eterna...
Hoy por la noche voy a ir al Phobia de nuevo, después de meses.
No creo que aguante un día más encerrada en esta tumba.
Me pregunto si me habrán echado de menos.
Aunque lo cierto es que me da igual.
...
Ya ni siquiera tengo ganas de pasear.
Gamma está de viaje.
Te necesito.
Vuelve.
...
Cada día que pasa me hundo más.
Me estoy deshaciendo.
Desapareciendo.
Es como si...
...
Como si algo me matara desde dentro.
Me devorara las entrañas.
Sin compasión.
Ayúdame.
...
Aún no estoy preparada para... morir...
...
No tomes esa pastilla, por favor.
Te necesito.
Te quiero.
Te amo.
...
La Muerte... mi morada eterna...
lunes, noviembre 03, 2003
[ Vacío ]
Madrid de noche es resbaladizo.
Se desliza a lo largo de mis dedos como la grasa viscosa de las hamburguesas.
O como el agua turbia de las lágrimas sobre el asfalto.
Es como un tacón roto que chirría a cada paso.
No me disgusta ese sonido.
Las luces me acarician el pelo.
Y tus dedos recorren mis hombros.
Como serpientes en el Edén.
La Muerte... mi morada eterna...
Madrid de noche es resbaladizo.
Se desliza a lo largo de mis dedos como la grasa viscosa de las hamburguesas.
O como el agua turbia de las lágrimas sobre el asfalto.
Es como un tacón roto que chirría a cada paso.
No me disgusta ese sonido.
Las luces me acarician el pelo.
Y tus dedos recorren mis hombros.
Como serpientes en el Edén.
La Muerte... mi morada eterna...
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