martes, febrero 06, 2007

[ "MANIFIESTO EXISTENCIAL SUICIDA" ]

No hay nada en el ser humano que escape a la Lógica. Eso a lo que tú llamas "sentimientos", "fe"... todo eso es analizable, comprensible e incluso reproducible lógicamente por medios humanos. Incluso la creación artística entra dentro de este rango. Porque no existe nada absurdo. Dadá ha muerto. El absurdo no existe porque todo lo que existe es humano y lógicamente aferrable, ya sea con las manos o con el entendimiento. Nuestro cráneo es una barrera más metafórica que física. Aquello que no podemos comprender lo seguimos tratando conceptualmente aun así, lo que pasa es que no nos damos cuenta. Y toda nuestra fe no es más que la esperanza de que el absurdo no existe, de que sólo existe la parcela existencial humana.

Por eso el ser humano es miserable y merece la extinción, aunque no más que cualquier otra forma de vida. Nosotros tan sólo hemos dado un paso más en la escalera infinita que repite el mismo sistema en cada escalón. Darse cuenta de esto, verlo todo tan claro, asumirlo de forma tan natural... me pregunto cómo es posible. Debería haber algo más. Una crisis. Un estallido. Una implosión de la cordura. Pero nada de eso. Por supuesto que hay estallidos, pero no con respecto a esto. Esto es un axioma más, supongo que lo siento así porque ya todo me da igual. Por eso estoy en condición de asumirlo de forma tan tranquila. Total, no va a cambiar nada. No hay nada que cambiar. Todo cambia, pero todo permanece igual. Jamás hemos inventado ni inventaremos nada que no pueda nacer del entendimiento, tomado el suficiente tiempo de manera paciente.

Más allá de nosotros no hay nada. Ni siquiera hay un abismo que nos absorba; eso es una ilusión de nuestro mediocre cerebro dada su incapacidad de pensar más allá del instante en que sabe que dejará de pensar. O más allá del límite de lo que puede pensar la Razón, da igual cómo se exprese. Se puede ser existencialista o se puede ser kantiano, pero de todas formas se llegará al mismo punto. A la misma aceptación, al mismo hecho fundamental.

Y lo único que quiero ahora es suicidarme. No consigo pensar en nada que no sea acabar con esto de una puta vez, volarme la tapa de los sesos y ahogarme de una vez por todas en la Nada, en el Absurdo definitivo que desde hace veinte años lleva arañando y carcomiendo las paredes de la realidad. Me rindo. No puedo más. Mantenerme a flote es algo demasiado costoso, y además inútil.

Si somos sólo información transmitiéndose sin objetivo ninguno aparte de la supervivencia, entonces la supervivencia es el auténtico cáncer de la existencia. Ese instinto que supuestamente no podemos negar se convierte en la mayor de las pesadillas. Ese código de información, que en el caso de los seres humanos está fomentado por la repugnante Esperanza, es lo que hay que aniquilar. Benditos aquellos que nacen sin él y son capaces de poner fin a su existencia de manera natural. Yo no puedo hacerlo.

Pero precisamente por esto se trata de un reto. Es una conquista. Llevar mi razonamiento hasta el final, el último de ellos, que sea el fundamental. Hacerlo todo de manera ordenada, comprendiendo cada uno de los pasos dados. No dejar nada al inconsciente, por si acaso. ¿Acaso no tengo capacidad suficiente para hacer eso? Por supuesto que sí. Sea como sea lo lograré. Acabaré con esta farsa hipócrita que tanto detesto, me guiaré por la sinceridad y seré consecuente con los axiomas que hasta hoy han guiado mis pasos. Ahora mismo lo único que me mantiene todavía en la existencia es la necesidad de dar perfección a la forma de esta idea. Porque una vez la suelte no dejará de extenderse, pero para ello debo trabajar duramente. Me guía saber que ahora estoy del lado de la verdad.

Ahora sé que nosotros somos un tipo diferente de ser humano. Pero nos detestamos porque seguimos siendo humanos. Somos la consecuencia lógica de la evolución de este Universo, a través de lo subatómico, lo atómico, lo químico, lo biológico, lo animal, lo humano y lo social. En cierto sentido somos dioses. Pero dioses de la Muerte, dioses del Absurdo, dioses de la Mentira. Compartir este conocimiento ni siquiera nos hace sentir mejor. Merecemos la extinción tanto como cualquier otro ser humano, pero en nuestro caso nosotros tomaremos la iniciativa. Nos adelantaremos al Destino. Cogeremos aliento y lo haremos con nuestras propias manos. En este último y supremo acto nihilista nos reconciliaremos con aquello que nos rodea más allá de los límites de la Razón. Morir y dejar de pensar. Dejar de pensar para siempre, ni siquiera soñar. Sencillamente desaparecer.



Si has sentido un cosquilleo de placer leyendo esto, ya sabes lo que tienes que hacer. Extiende este mensaje y luego cumple tu voluntad. Sólo a través de la propia muerte podremos sentir la existencia como auténticamente "es".

5 comentarios:

Susana T. dijo...

Ojalá esto sirviera como testamento de lo que he llegado a comprender tras todos estos años. Que la existencia es lo peor que puede pasarle a alguien. Que estaríamos mejor muertos, todos. Que nacemos para morir, y que ese hecho ha de ser celebrado como una liberación absoluta; pero no del dolor de la vida, sino de la vida misma. Que la inconsciencia y el no-pensar es el mayor regalo que pueda dársele a alguien. Pero también que hay algunas personas que somos incapaces de disfrutar de eso, porque nuestro cerebro no lo permite de ninguna manera. Y que este impulso es tan violento que lo único que conseguimos es provocar daño y sufrimiento allá donde vamos, allí donde intentamos encontrar el gris absoluto.

Mavi Balabanian dijo...

Ya que cerraron tu fotolog...y ya que me llego el manifiesto por alguna razón que desconozco...

Ya que se dio eso y yo opine, con tu permiso, vuelvo a escribir mi opinión bajo el mismo manifiesto, solo que ahora en tu blog. (y también será en varios comentarios, porque me da que si no no entrará)

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No creo que estemos aquí sólo para morir.
No creo que hayamos nacido para dejar de existir.

Mavi Balabanian dijo...

Si es cierto que lo que está antes escrito, se puede resumir en la idea de que la vida es una mierda...tener que nacer y conocer que algún día, cuando menos lo pensemos dejaremos de ser nada...seremos una mota que mancha la gran moqueta de la entrada de un universo paralelo que desconocemos y que va más allá de nuestra comprensión y conocimiento.

Cuando te das cuenta de lo absurdo de la vida, te dan ganas de acabar ya de una vez con todo. La vida es un sufrimiento contínuo.
Para qué empezar nada si algún día se acabará, te acabarás tú.

Aún habíendo llegado a tocar fondo, a estar a punto de querer desquitarte del peso que te han puesto encima habíendote dado la vida...aún en ese momento, hay algo que te lo impide.

Mavi Balabanian dijo...

Siendo tu conocedor/a de la infinidad de caminos por los que nos puede llevar la mente humana, por qué no pensar que, bien, el lado malo de haber llegado a tal reflexión está en que todo lo que ves a partir de ese momento se te torna una mentira y una condena, pero buscándole el lado bueno, el lado que le otorga el equilibrio...no serás tú poseedor de un arma indestructible, inexplorada, virgen, y tan valiosa como resulta la mente?

Ya que estás aquí, y ya que si no estás aquí, no sabes dónde podrías estar. Y ya que eso lo puedes descubrir cuando te llegue el momento, o cuando te canses de tí(que no de todos, porque si acabas contigo, es que ya ni te aguantas a ti mismo...asumo el hecho de que a los demás...hay que ser muy fuerte y tener mcuha paciencia como para soportarles), porqué no aprovechas el que estás tú aquí y ahora, sea el tiempo que sea, tú junto a tu mente. Tú junto a lo que eres. Tú junto a todo lo que puedes hacer con algo que tienes solo tú, y que sólo te puedes dar tú.

La muerte es el final de la etapa que nos ha tocado vivir como seres vivos. No creo que haya que martirizarse con adelantarla, porque ella ya está ahí. Tú vive lo que eres tú hoy. Lo que haya después, ya habrá otro momento y otra época para vivirlo.

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Anónimo dijo...

si kieres morir esq eres una persona débil.Gente como tu no vale la pena pq estamos aki para luchar y no para morir.