miércoles, julio 16, 2003

[ Vacío ]

Nada de lo que hago me llena. Es terrible.

Me siento más sola que nunca.

Yo solía ser fuerte. Solía sacar energía de la flaqueza. Solía poder transformar la melancolía en buen ánimo. Solía ser capaz de mantener mi máscara social. Incluso delante de la persona a la que amaba.

Pero ya no es lo mismo. Algo ha cambiado.

¿El qué?

Quizá sea que estoy cansada de jugar con estas cartas marcadas.

¿Real? ¿Dices que no soy real? ¿Te atreves a dudarlo?

¿Cómo me demostrarías que tú sí lo eres?

¿Cómo podrías demostrarme que tú sí eres real?

¿Podrías?

Si estás leyendo esto, ven. Sé que sabes dónde encontrarme. Sé que eres capaz de leer entre líneas. Sé que me entiendes.

Por favor, ven.

Me eres tan innecesario que ya no puedo vivir sin ti. Ya ni siquiera soy capaz de odiarte.

No me gusta esta sensación.

La Muerte... mi morada eterna...

1 comentario:

Edgardo Duarte dijo...

la tristeza es normal en la vida humana, lo que no es normal es permanecer una vida en la tristeza, hay alguien que te amo tanto que dió su vida para que tu la tuvieras, el puede darte la alegría que necesitas pero antes debes entregarle tu corazón... Sonríe, Cristo te ama!!!